La Ley 31/1995, de 8 de noviembre. de Prevención de Riesgos laborales, determina el cuerpo básico de garantías y responsabilidades preciso para establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo, en el marco de una política coherente, y eficaz.
Los aspectos más técnicos sobre medidas preventivas han sido concretados mediante normas reglamentarias, entre las que destacan:
- el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el reglamento de los Servicios de Prevención;
- el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo y que establece las disposiciones mínimas aplicables en caso de exposición a agentes biológicos durante la actividad laboral, de aplicación a las empresas cuyas
- actividades pueden suponer un riesgo profesional para su personal;
- el Real Decreto 374/2001, de 6 de abril, sobre protección de la seguridad y salud de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo;
- el Real Decreto 773/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de Equipos de Protección Individual (EPI);
- el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, de disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
Asimismo, debe tenerse en cuenta la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de medidas especiales en materia de Salud pública.
Ante la situación sanitaria actual, el Ministerio de Sanidad publica documentos técnicos que revisa continuamente para informar y evitar los riesgos de infección de los ciudadanos. En el ámbito laboral destaca el Criterio Operativo nº 102/2020 sobre medidas y actuaciones de la inspección de Trabajo y Seguridad Social relativas a situaciones derivadas del Covid 19, debiendo tener en cuenta el Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2 en los que está basado este apartado de la guía.
No obstante, os planes de desescalada y de continuidad de la actividad laboral deben ser revisados y actualizados de forma continua.