En los países democráticos los códigos penales tratan de conjugar los valores y normas que rigen para las conductas pro sociales con las sanciones que castigan con legitimad toda forma de delitos, incluidos los tantas veces invisibilizados tras el escudo de la tolerancia y normalización social de la violencia sutil o manifiesta contra niñas y mujeres.
La Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, ya comentada en nuestro foro de encuentros con motivo de las XXVIII XORNADAS PENITENCIARIAS LUCENSES de 2014, es un buen ejemplo de estos anhelos de equidad, igualdad y justicia.
En las XXXVIII XORNADAS PENITENCIARIAS LUCENSES de 2024, proponemos un análisis racional, argumentado y constructivo sobre el impacto de algunas novísimas normas en los ámbitos social, penal y penitenciario sobre los derechos de las mujeres basados en el sexo.